Escrito por: Dr. Julio Santamaría Rubio. Oncólogo Médico. Máster en Bioética

El norte y la guía del saber y actuar médico es el respeto que se merece toda persona.  Respeto que está fundamentado en la dignidad intrínseca de todo ser humano, desde su concepción hasta su muerte natural. 

Los seres humanos somos dignos porque somos personas, somos un alguien, no somos cosas, no somos algo.  Somos seres racionales, pensamos, reflexionamos. 

Tenemos la capacidad de decidir, tenemos una voluntad, somos libres.  Cada uno tiene una historia, un trayecto, un sentido.  Nos proyectamos fuera de nosotros, trascendemos, en un paisaje, en un atardecer, en una obra de arte, en una pieza musical, en una creencia de la existencia de un Ser Superior.  Podemos querer, amar.

La enfermedad puede oscurecer y nublar en ocasiones la dignidad de la persona.  Al tratar y cuidar a nuestros enfermos con respeto, amabilidad, empatía y al brindarles   una atención de alta calidad científica y humana, logramos reestablecer esta dignidad perdida y se consolida una relación médico-paciente adecuada, de amistad y benevolencia.